La agresividad hiperbólica, delirante, con la que combate el crimen y lo cotidiano no constituye un mero divertimento. Las decapitaciones, los disparos a quemarropa, las torturas; en definitiva, la violencia gráfica con la que Hit-Girl rasga carne y pantalla, abren nuestra mirada a la auténtica violencia, la sistémica, que articula nuestro día a día hasta el punto de ser indisociable de la normalidad a la que nos adscribimos por interés, para medrar...
>> Kick Ass 2, contramanual de gestión uterina.
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