- Poner los pies encima de la calefacción. Notar cómo se calientan los calcetines. Quemarme un poquito los dedos.
- Descubrir poemas en camisetas de rayas. Mascar chicle de canela. Ofrecérselo a un niño que habla alemán.
- Recibir una llamada inesperada. Tirar de la cadena para que no vuelva. Nunca. Más.
- Leer todos las señales y creer que sé todos sus significados. Encontrarme con alguien que ve más allá del significante. Memorizar el camino de vuelta a casa.
- Comprar todos los libros de la lista y completar esa colección de cromos que dejé a medias hace siete años. Sonreir. Al fin.
martes, 30 de octubre de 2007
Cinco momentos de un día (y no cualquier día)
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2 comentarios:
Jeje, lo primero me pasaba todos los días en el bus, para mi era un placer, un rito incluso...
Lo último nunca lo hice y creo que nunca lo haré, están carísimos los libros ;)
La foto es hermosa hermosa!!!
(voy dejando muchos mensajitos en un sólo día, no??
Kisses
Los pies calentitos en el bus, claro. Sobre todo cuando es temprano, hace frío y querrías haberte quedado en la camita...
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