Bueno, en realidad fueron dos horas y media, pero no nos vamos a flagelar por haber llegado tarde porque, en ese tiempo que fue oro, al orondo Robert Smith le dio tiempo a llamarnos lazys, a no cantar media canción por culpa del enfado, a admitir que le gusta España, a brindarnos cuatro bises y a presentar tres nuevas canciones que dejaron un poco frío al personal.
También dijo que nos quería. Y nosotros a él porque, anoche, se hizo querer. Y mucho.
La adolescente en conflictos que se crió con Disintegration, Pornography y Bloodflowers disfrutó de las canciones, de la puesta en escena, del ambiente, de su hermana cantando Friday I´m in love, de Lullaby en directo, de Killing an arab (si, esta canción va de lo que parece, made in Camus, y la interpretaron a tres días de las elecciones) y de las casualidades musicales.
Vimos el concierto desde las alturas. No puedo evitar pensar que esa posición elevada nos dio una perspectiva un tanto fría de la situación, pero un Palacio de los Deportes a rebosar entregado al pasado, saltando, gritando Boooooooooooys doooooon´t cry!!!! es algo mágico e indescriptible, un milagro heredado, un momento único y especial. No pudimos pedir más. Unas cuantas generaciones siguiendo un precioso ritual, salpicado de alcohol, porros y buen rollo. Porque anoche muchos padres buscaron niñera para poder comulgar una vez más hasta la madrugada con Robert Smith. Otros vieron al espectro del rock gótico por primera vez.
Algunos me han oído decir que me hubiera gustado haber nacido diez años antes. Me retracto. Ayer viví los oscuros ochenta en el siglo XXI. Y fui muy feliz.
sábado, 8 de marzo de 2008
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3 comentarios:
Me sonaron un poco "por cumplir". Yo también llegué tarde y me perdí las primeras canciones. Fue estupendo volver a vibrar con "Why can't I be you?", "Lullaby", "Hot hot hot", "Boys don't cry" y todos esos clasicazos...
Cuantísima gente. Y cuantísima gente super joven, me sorprendió mucho!
Pues yo a este paso, les veré en el infierno de los ochenta al que iremos tod@s a parar, porque en esta vida, creo que no va a ser posible...
Besitos, llenitos de envidia, con labios muy rojos
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