Hoy he tenido el hermoso privilegio de participar en las Críticas Canallas del programa de cine de Radio 3, el Séptimo Vicio. Junto a Manu Lechón y Javier Tolentino, he dado mi modesta opinión en relación a la última película de Ang Lee, Deseo, peligro. Como soy de naturaleza insatisfecha, os dejo por estos lares esta pequeña reseña/aclaración a modo de enmienda, o algo así.
Ang Lee no solo representa, sino que indaga en las partes más oscuras del deseo. Como Gerardo Vera en la película del mismo nombre, pero utilizando mucho más metraje para dibujar un escenario, un contexto excesivo y superfluo, el director de origen chino se sumerje en la psicología de una heroína femenina que se debate entre el miedo, la atracción, el terror y la ilusión. El espejismo del que la protagonista es víctima precipita la cadena de acontecimientos y la debacle final. Un desenlace en el que (spoliler) ganan los malos. Pero rebobinemos y combinemos con otro final, menos clásico, aparentemente menos profundo en la psique femenina: el de Kill Bill 2.
Cuando mento a Tarantino como postfeminista suelo hablar de Death Proof, pero el duelo final entre la Mamba Negra y el pequeño saltamontes encierra una clave, para mi vital, en la forma de abordar los personajes femeninos. Bill intenta engatusar a la Mamba, pero ella termina vengándose fríamente. Mata al padre de su hija y se larga. No claudica. He ahí la maravillosa clave posmoderna de esta obra.
Ang Lee hace cine clásico de tres horas. La heroína se deshace, se traiciona a sí misma y, por lo tanto, muere. Fin.
martes, 1 de abril de 2008
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3 comentarios:
La veré en el satélite... ;)
Un saludito!
PD: Cómo me mola este lugar, señora!
Aún no he entendido de qué va eso de posfeminismo.
Pero al tiempo.
Bienvenida, querida psicologa, :)
Y, querido Mordisquitos, yo le paso todos los textos que quiera sobre el tema de marras, ;)
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