Nancy Spero comenzó pintando lienzos a la manera del pintor tradicional, pero pronto se dio cuenta de que este medio era eminentemente masculino, y como tal, la marginalizaba como artista. A partir de entonces sus esfuerzos se concentraron en crear un lenguaje pictórico específicamente femenino, donde la mujer estrenara su capacidad de comunicar en un espacio propio. Este espacio, que desecha el lienzo y se decanta por la fragilidad del papel, se organiza en torno a un léxico de figuras trashistóricas y trasculturales, reales y mitológicas, que trabajadas una y otra vez desenmascaran estereotipos y desplazan categorías y jerarquías. En su trabajo, el movimiento, el ritmo, el color constituyen una gramática aplicada directamente sobre el cuerpo de la mujer que, reforzada y llena de energía, conquista «feminizando» el espacio masculino del arte.
A él pueden conocerle en el flamante blog Ballardian: The World of JG Ballard, siempre y cuando sean amantes del riesgo y la ciencia ficción y no puedan acercarse a la ciudad condal antes del 2 de noviembre. La exposición es un sueño para cualquier lector compulsivo y el catálogo promete disecciones de tomo y lomo. No obstante, me quedo con lo que Jordi Costa, comisario de excepción, dice del homenajeado en la presentación de la exposición:
Capaç de desxifrar les claus d'un present visionari, J.G. Ballard ha considerat un futur de piscines buides, motels abandonats, belles catàstrofes, perversions insospitades i arquitectures asèptiques, que, en bona mesura, ja és el nostre present. A les seves mans, el futur de la humanitat ha adquirit la forma d'un cos mort, del qual no ha deixat d'analitzar de manera obsessiva traumatismes i patologies. En el seu dia va dir que l'únic futur que li interessava eren els pròxims cinc minuts. Els nostres rellotges indiquen que aquests cinc minuts ja han passat.
¿Hacemos las maletas?
¿Hacemos las maletas?
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