jueves, 3 de enero de 2008
Apocalípticas y desintegradas
Querría incendiar la rabiosa actualidad y dejarla reducida a cenizas. A cenizas. Últimamente solo pienso en destruir. Para construir. Pero se me quitan las ganas de ésto último cuando leo la prensa por las mañanas. El circo político me agota. El drama cotidiano me desespera. El discurso contemplativo de las féminas de mi alrededor me frustra. Mucho. Según Virgine Despentes respondemos a una programación de siglos. Lo tenemos grabado a fuego en los genes. Puta, virgen o madre. Mierda. Modernas y liberadas, si, pero de mentira. Definiéndonos por contraste con el resto. Yo no soy ella, pienso cuando camino por la calle. Ni ella. Ni esa de allí ¿La otra soy yo? Matrimonio y prostitución. Subrayando la delgada línea. Con rotulador rojo. Porque no has de dudarlo, estás hablando con una perfecta señorita. De ahí la contención.
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6 comentarios:
Vengo de comentar en tu otra casita de zonalibre y un link me trajo a este techito.
Te visité antes acá y no me salía más nada luego de lo de la mirada virtual.
No entiendo nada, ja!
Me enloquece este mundo...
;)
Un abrazote fortísimo!
la noche ya cayó hasta en estas tierras más tempranas que las tuyas...
pero igual espero
;)
ahhh! avisá antes, ché...
de ahí la contención, mirá vos...
con razón, ché, de verdad!!!
;)
Feliz año desde tierras barcelonesas.
Cuidate
Tú no eres esa, ni aquella, ni esa otra de más allá...
Ya sabes, lo mejor para destruir es producir complejidad.
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