La idea es de Soasig Chamaillard (via). Mi otra versión muy favorita es la rubia por excelencia con cara de delirio postorgásmico que tienen bajo estas letras. Aunque, si he de decirles la verdad, con ésto me pasa como con las galletas del surtido Cuétara: no sabría con cuál quedarme.
El espíritu del Jesucristo colega persiste, que no está mal para los tiempos que corren. Aunque, si nos sumimos del todo en esto de la Posmodernidad, me quedo con estas santas santísimas...
2 comentarios:
No sé qué nombre ponerle a esto, es la sensación de que todo objeto dentro de la posmodernidad deba estar saturado de narrativa y de significado procedente de distintas fuentes.
Saludos
nooo... it's meee!!!
a hug, darling!!!
Pieris...
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