Se libera al individuo de su autonomía, de su facultad de engañar, de ponerse en peligro. Nuestra sociedad tiende hacia ahí, posiblemente porque ya hemos dejado atrás nuestro tiempo de gloria, regresamos hacia estados de organización colectiva que infantilizan al individuo. Según la tradición, los valores viriles son los valores de la experimentación, del riesgo, de la ruptura con el hogar. Los hombres se equivocan si se sienten alegres o protegidos al ver que desde todos los ámbitos se menosprecia, se entorpece y se designa como funesta la virilidad de las mujeres. Lo que se cuestiona es tanto nuestra autonomía como la suya. En una sociedad de vigilancia liberal, el hombre es un simple consumidor como cualquier otro, y no es deseable que tenga más poder que una mujer.
Virgine Despentes - Teoría King Kong
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