La física de los dibujos animados tiene dos leyes sagradas: el Correcaminos siempre gana y el Coyote es capaz de flotar en el aire por tiempo indefinido, de anular la ley de la gravedad, siempre y cuando no sea consciente de ello. El magnetismo terrestre no vuelve a funcionar hasta que el pobre Coyote mira hacia abajo y ve el precipicio. Mientras no tenga miedo, mientras viva en la ignorancia de su comprometida situación, podrá seguir en el aire como si nada. Lo mismo le pasa a la economía.
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2 comentarios:
Hay taaaaanta filosofía implícita en las desventuras del coyote o_Ô
Y tanta metáfora incomprendida en los dibujos animados, ;)
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