De madrugada. No puedo comer. No logro domir. Creo que soy adicta a los regalices rojos con azúcar, al olor de los libros que se agrietan, a escribir frases cortas, frases tristes, frases como mantras; pero dejando que el cuerpo, la forma, las curvas de las letras bordeen mis dedos con un bolígrafo como testigo y ejecutor, todo en un mismo golpe de muñeca.
Pienso en cosas bonitas. Lo intento. Las buenas noticias vuelan. Y el trabajo se acumula. Es abril. Los idus quedaron atrás. Intento encontrarme con ella. Sé que nos hemos cruzado. Tantas veces. Mi(s) superheroína(s). Las colecciono. Titanas, duendes, alicias. Las intento amar hasta el tuétano, anatómico lugar que por una letra no es enfermedad. Curioso.
La vida posmoderna de mi tía suena a broma. Lo sénior parece chiste en tiempos de crisis. Ere que ere. Un conjunto de ropa interior puede llegar a costar trescientos euros. Envuélvamelo para regalo, por favor. Y las pelirrojas hacen que los hombres sean de verdad. O eso he oído. Me quedo con la rubia atragantada por su corazón de depredadora. Reina blanca vs. Reina negra. Rubia de mentira, operada, cabrona. Emma es de verdad, joder. Hay tanta carne en ella que duele. Jean Grey solo es pelirroja cuando se viste de Fénix Oscura. El resto del tiempo es una virgen posmoderna, santa perfección, nacida del fuego. Y eso es lo que quieren ¿No es cierto, señores?
Aliméntense de imposibles, yo me quedo con los diamantes.
miércoles, 1 de abril de 2009
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2 comentarios:
Recuerde lo que decia la gran Shirley Bassey:
Diamonds are forever,
Sparkling round my little finger.
Unlike men, the diamonds linger;
Men are mere mortals who
Are not worth going to your grave for.
Creo que darle esa mutación secundaria a Emma Frost fue la decisión más acertada que ha tomado un guionista. Santo Grant Morrison que estás en los cielos ;)
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