martes, 1 de junio de 2010

Angeología de andar por casa

Que el primer encuentro entre los dos arcángeles sea en Los Ángeles -escenario que también utiliza Neil Gaiman en Misterio de un asesinato para contar una historia de amor parecida- y que la película que retransmiten en el antro de carretera -Qué bello es vivir- prometa alas al que se porte bien son dos guiños facilones, lo admito, pero entrañables. Una situación -cafetería, navidades, arcángeles, apocalipsis- que me recuerda al mejor episodio de la olvidada Crimson (Humberto Ramos/Brian Augustyn), solo que con más sangre, mala leche y muertes absurdas. Ancianas carnívoras malhabladas y niños poseídos de pelo a tazón. Sin trampas y colmando las expectativas -leves- generadas, incluido el monólogo delirante que abre y cierra la película, la última risa antes de los créditos ochenteros. Si les gustó Arrástrame al infierno, de Sam Raimi, y Constantine, ese refrito magnético del cómic Hellblazer, este despropósito humorístico llamado Legión les hará pasar un rato simpático en una sala con aire acondicionado.

2 comentarios:

Samu dijo...

Al verla, junto con las sensaciones de estar ante un Terminator Mesiánico, me venían al coco las escenas de ese tebeo de Crimson, cierto. Me han comentado que se nos ha escapado (y cierto) los paralelismos con Buenos Presagios, de Gaiman y Pratchet. Vaya peli hecha por fan boys de la serie B y fantasía.

Elisa McCausland dijo...

Terminator Mesiánico, qué bestia! Me encantaron todos los guiños crueles tipo ¿cómo matamos a una anciana, a un niño o al señor del carrito de los helados? Conviértelos en malos! No falla ;)