Es un sentimiento de humillación como mujer, tu vida salta por los aires y de la peor manera. Y comienzas a renombrar el mundo a través del odio, de la rabia, del dolor. Todo eso he conseguido canalizarlo a través de la palabra y de un espacio poético. Hasta ahora mi trabajo había dependido de las ideas, de una implicación política o social, más bien antisocial, de resistencia a la injusticia y al sufrimiento humano. Ahora he pasado a hablar más de mis sentimientos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario