Lucrecia, mi amante, es la sombra
de todas aquellas que han intentado mostrarse tangibles
por el solo placer de sentirse vulgares.
Ellos han intentado ligarla a la realidad de sus caderas.
Yo, ambicioso también, creo que la engaño,
porque le regalo pintalabios y sombra de ojos,
tacones de aguja y corsés de cuero y seda;
en nuestro delirio corporal
le suelo pedir que se case conmigo.
Se engaña, la engaño, nos engañamos todos;
Ilesos, casi enamorados,
creo posible escapar de mi tristeza especular.
de todas aquellas que han intentado mostrarse tangibles
por el solo placer de sentirse vulgares.
Ellos han intentado ligarla a la realidad de sus caderas.
Yo, ambicioso también, creo que la engaño,
porque le regalo pintalabios y sombra de ojos,
tacones de aguja y corsés de cuero y seda;
en nuestro delirio corporal
le suelo pedir que se case conmigo.
Se engaña, la engaño, nos engañamos todos;
Ilesos, casi enamorados,
creo posible escapar de mi tristeza especular.
Como mi amante,
cuido mis instrumentos y limpio mi armamento,
cuido mis instrumentos y limpio mi armamento,
y pese a mis deseos,
cada día que pasa veo más lejana
la posibilidad de que su templo sea la cura a mi tormento.
Conozcan otras (per)versiones en la Revista Literaria Termita Caribe
cada día que pasa veo más lejana
la posibilidad de que su templo sea la cura a mi tormento.
Conozcan otras (per)versiones en la Revista Literaria Termita Caribe
5 comentarios:
Poderosa recomendación...
Poder, poderoso, empoderamiento... oyendo una entrevista de Beatriz Preciado hace unos días me he enamorado del concepto: empoderamiento!
huele a gato encerrado...
(no lo tengas en cuenta, hace calor y esas cosas)
besito!!!
Pieris...
Huele a gato encerrado... o gata
:P
Reitero, la pequeña delirio es una de las más jóvenes y prometedoras poetas españolas de la posmodernidad. Me gustaría disfrutar en formato de libro una antología de su universo onírico.
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