No es que tenga el espíritu demasiado juguetón estos días pero la noticia me ha arrancado una sonrisa. Y es que el IVAM repasa, en 66 fotografías realizadas entre las décadas de los 50 y los 80 y 27 portadas de revista, un fetichismo que respeto (servidora es más de manos) y que comparto a medias. El nombre del susodicho es Elmer Batters y adoraba los pies de ellas. Muy mucho y de manera retorcida. Una delicia.
Un detalle un poco extraño, de esos que me gustan a mi: contrataba a modelos y las fotografiaba en su casa. Su mujer siempre estaba a su lado, por si necesitaba ayuda. Y me ha hecho gracia enterarme porque a Helmut Newton le pasaba algo parecido...
jueves, 24 de enero de 2008
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4 comentarios:
Hola Pequeña.
¿Y qué tipo de ayuda le podría ofrecer su mujer?
...Me pregunto yo.
Abrazo podológico.
Jajajaja!!! Ayuda??? Son frenos! Esas mujeres no se fían de sus maridos! O, mejor aún, son ellas las que de verdad desean a esas criaturas que fotografían y ellos solo son capaces de amar a sus mujeres a través de los retratos de las otras... ais!
Tengo un libro del tal Elmer Batters por casa, lo compré hace años por que me pareció que viviamos en un planeta de lo más absurdo con gente que fotografiaba los piés y desenfocaba los rostros. Es otra manera de verlo.
Yo también compre ese libro del Elmer Batters, que venía liado en ¡unas medias!
Tenía una colección enterita de libros de la Taschen de fotografía de estas características que a posteriori vendí por amor, querida amiga. Para comprarle a mi ex una armónica diatónica Hohner que costaba una pastizabal, vendí mi colección por 10000 pesetas. Y nunca me arrepentí, la verdad. Cuando las cosas se hacen por amor, aunque las cosas después no salgan bien, no se tiene uno que reprochar nada.
Y Elmer Batters, que era gran amigo de Benedik Taschen, no siempre desenfocaba el rostro de las modelos, casi nunca lo hacía.
Por cierto, a lo mejor le interesa mi última actualización de mi blog. Va de tebeos.
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