Pensaba en lo bonito que es desnudarse sin quitarse la ropa. Como follar con camiseta o rozar la mano de un desconocido en el metro. Cuando te visitan las canciones de períodos turbulentos por la noche, te levantas con más ganas. Los brazos abiertos, en cruz. Dispuesta a que todo cambie.
Hace unos días admití que me había perdido. Pero recordé que alguien me dijo que era luminosa. Me gustó hacerme con la a de un poema de Rimbaud. Construyéndome una personalidad. Como en La Casa de los Secretos. Ese cómic llenó un verano de mi malentendida adolescencia. Y Goethe. Ambas pasiones parecen calentarse hoy, a la vera de unas cuantas bandas sonoras originales y un menú que todavía estoy maquinando.
Soñaba hace unas noches con pedacitos del pasado haciéndose presente. A fuego lento. Y el despertador clavándose en mi espalda. Tempus fugit. Otra vez. Pero podré poner en práctica todos los tópicos heredados, como cuando nos escribíamos cartas. Para reirnos de ellos. Y del resto...
Garbage - You look so fine
viernes, 25 de enero de 2008
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2 comentarios:
si yo te contara de laberintos y salidas, de tesoros escondidos y de salvaciones eternas... te juro que te percatarías de lo no perdida que estás...
te quiero, Pequeña!!!
Si te gusta Nacho Vegas, apuesto a que también te gusta La Buena Vida, e incluso Le Mans.... Y a mí contigo... Y contigo también Rimbaud... Ahora ya estás, perdida y encontrada.
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