jueves, 14 de enero de 2010

Conclusiones al hilo de una conversación entre dos periodistas y una psicóloga

"En su afán psicologista, Jonze, y su nuevo escritor, Dave Eggers, han cargado de explicaciones una historia que el libro se abstiene de moralizar: frente a la película, en el libro no hay familia desestructurada, no hay arrepentimiento, no hay subtramas en el mundo de los monstruos, solo un viaje por el lado salvaje de la vida". Lo dice Gonzalo de Pedro en Cahiers du Cinema e ilustra de manera certera lo que he discutido por activa y por pasiva en esto que llaman "vida real" sobre la película de Spike Jonze, Donde viven los monstruos (Where the wild things are), adaptación del clásico infantil de Maurice Sendak que Obama lee a los niños.

Me interesa mucho lo relativo al "arrepentimiento" de la madre, que premia a su hijo con tarta en vez de castigarle de por vida. ¿Pensamiento neoliberal? Puede ser. Un niño caprichoso no es castigado por su mal comportamiento, sino que es premiado para que no vuelva a portarse mal. Los mecanismos del chantaje al alcance del infante. ¿Lo siguiente? Cobrar desorbitadas cantidades de dinero por la muerte de un trabajador. Sucio, sí, pero legal (al menos, en Estados Unidos). Lo cuenta Michael Moore en Capitalismo: Una historia de amor, un documental revelador si obviamos la propaganda católica (y otros detalles "sin importancia").

13 comentarios:

Samu dijo...

Es difícil no tomarla (la menos desde mi punto de vista) con el cagarro de Jonze. Es que es horrible.. es la peli sobre un niño mimado... ¡¡hecha por un niño mimado!!

Vuelvo a los puntos crñíticos de la cinta: los pájaros de KW (que representan el nuevo novio de la madre) ¡No entran en la cueva porque a Carol (el alter ego del niño) no le sale de los cojones.... El niño, se pira por temor a que le coman, al darse cienta de que ya no puede seguir con la pantomima... no evoluciona ni aprende... solo huye...

asqueroso...

y la llegada, complejo de edipo con la madre y regalo de tarta de chocolate de por medio, hijo mío, qué mala madre he sido por darte de comer maiz congelado, no vuelvas a darme ese susto...

y el niño (jonze) sonriendo...
si, si veo mensaje neoliberal en muchos puntos... y sobre todo por ese desenlace:

obra de forma egosita, busca tu propio beneficio y satisfacción inmediatas... siempre, sin importar quien esté a tu lado.

la peor peli del año.

JotaGeEle dijo...

Los dos búhos de KW lo que tenían que haber hecho es sacarle los ojos al niño mimado...
Es coña!(o no)

Elisa McCausland dijo...

Y tú te dedicas a masajear cerebros infantiles, jeje

JotaGeEle dijo...

Justamente, y si uno se me sube a la mesa gritando que no quiere comer maiz congelado...

Pero vamos, con lo que tenía que haber terminado la peli es con una escena en la que cuando Mark vuelve a casa (después de su onírico viaje en el que se encuentra con cada uno de sus destestables fragmentos de sí mismo) su madre le está esperando con un psicólogo que le va a pasar unas pruebas para ver si su "en el fondo adorable hijo" sufre (por tema genético, claro, nada tiene que ver con que nunca le hayan dicho ¡basta!) TDAH (hiperactividad, hablando en plata). Y finalmente el espectador-come-palomitas se quedará bien satisfecho porque los niños así no son consecuencia de nuestras enseñanzaas neoliberales, sino de algún gen mal colocado...
Una preciosa moraleja para este cuento que para no tener moraleja pone los pelos de punta...

Anónimo dijo...

Leo esto después de los comentarios sobre Avatar y no salgo de mi asombro. Debe ser que está de moda ir por ahí fragmentado y confuso. Si sí porque sí, si no porque no, y vuelta a empezar. No digo que sea una obra maestra, pero, ¿la peor del año? Espero impaciente los comentarios sobre la última de los Cohen...

Anónimo dijo...

Da la impresión de que al final los curas tenían razón: el análisis y la valoración de las películas se hace a partir de la moral. Por lo que contáis ésta debe ser de mayores con reparos, o incluso gravemente peligrosa.

Samu dijo...

Es la peor peli del año para sevidor por jugar a algo tan peligroso como lanzar unos mensajes tramposos y engañar al espectador adulto (eterno niño en muchos casosm, treitañeros y cuarentones que quieren seguir teniendo 15 años de por vida), envolviéndolos en falsos recuerdos de su inocencia pasada y regodeánole en retorcidos recuerdos de niñez.

¿Quien no ha sido niño cabron?, me decían en mi antro al hablar de esta cinta, sipe, pero... ¿y no te han dado nunca una leche por ser un hijodeputa?

Y porque, como dicen por ahí arriba, esta peli (los añadidos que le hace Jonze al cuento) no es más que fruto de una sociedad inmadura y neoliberal que se regodea en el placer inmediato, en el obrar sin la reflexión y en el acto de primera satisfacción ante todo lo demás.


Y sipe, este análisis yo lo hago desde el plano de la comunicaión, que no está exento de ir cargado de valores. En el análisis formal de este trabajo no he entrado en absoluto, auunquee puedo decir que el recurso de 'plano general con panorámica de escenario abierto día y musica emo de fondo' está bastaaaaaaaante sobado ya como para que emocione a gente con más de dos décadas de vida.

El resto de lo que incluyen tus comentarios, anonimo, no lo entiendo, tal vez te falla la sintaxis (sin acritud), es decir, no se si e un añadido a lo que comentamos en este hilo o una valoroación que haces antes de ir a ver la pelíula, al igual que añadir el debate de Avatar, que también tuvo tela.

:)

Elisa McCausland dijo...

Saludos Anónimo,

Qué lectura propones tú??? El cuento de Sendak si es revolucionario porque en él no hay juicios: propone un viaje a lo salvaje, una válvula de escape, pero la realidad socializada se impone. Es un cuento para niños.

El relato de Jonze es un cuento para adultos. Los problemas de los montruos son problemas de adultos -ya sabe, incomunicación, egoismo recalcitrante, posesión...-, pero también son problemas de niños... el quid de la cuestión está en que todo lleva carne; y me explico: ningún producto cultural se escapa de su contexto, por lo que la ideología es inherente a cada cosa que hacemos. Échele la culpa a los procesos socializadores -yo lo hago-; de ahí que parte de la crítica vea fantasmas neoliberales en todos los productos venidos de los States (Imperialismo Cultural y bla bla bla). Así queda explicado el grado de paranoia de los que estuvimos en esa conversación.

Es tan solo una opinión, no hay de qué asustarse. A Elvira Lindo, por ejemplo, le ha encantado la película, pero no estoy tan segura de que hablara tanto de la película como del libro. Por aquí dejo el enlace

http://www.elpais.com/articulo/opinion/cena/estaba/caliente/elpepusocdgm/20100103elpdmgpan_2/Tes

Saludos!

Samu dijo...

Es que ha dicho que 'la moral (de quienes mantuvieron esa conversación) es de mayores con reparos o gravemente peligrosa'

LOLAZO!

ajajaja

No; sin tocar los webos, es fácil dejarse llevar porlas imágenes (uins, aquñi me veo sumergiéndome de nuevo en el debate Avatar) pero esta pelimes u cuento de dultos. o de niños, y los cuentos, posmodernos o no, llevan una moraleja y unas enseñanzas. Siempre.

Y paro, quiero escuchar a las otras partes, que tambien me parece interesante el otro punto de vista.

Anónimo dijo...

Pues sí, Samu, tienes razón, la sintaxis no es lo mío. Intentaré explicarme algo mejor, a ver si puedo.

De pequeño me harté de discutir de cine con los curas, que insistían en que las películas tenían que educar al pueblo y las criticaban en función de su contenido moral. Algo así como que si Ilsa deja a Rick tirado en el aeropuerto, peli buena, y si se va con él, es una apología del adulterio, peli mala. Ese poso de infancia dejó en mí un reflejo condicionado en contra de los análisis morales de las películas. En los tiempos del dictador era la iglesia la que calificaba las películas, y tenía categorías como "mayores con reparos" o "gravamente peligrosa". Mi comentario simplemente quería decir que daba la impresión que se clasificaba la película de la misma manera, no me refería a los que mantenemos esta conversación. Da la impresión que si la madre le da un par de hostias al niño, peli buena, si le pone tarta de chocolate, peli mala. Y que conste que esto no quiere decir que no esté de acuerdo en el análisis moral que se hace de la película, simplemente para mí eso no la descalifica.

Yo personalmente no aprendo de mis errores. Los cometo una y otra vez, a veces incluso a sabiendas. Por ello, no exijo a los héroes de las películas que me gustan que aprendan algo de sus errores o sus experiencias. Es más, me parece que este tipo de exigencias ahonda en la lectura moral, casi hasta puritana, de la película.

Ahora tengo que salir pitando. En un rato os escribo algo más positivo.

Anónimo dijo...

Ahora voy a decir algo de cómo veo la película, para poder recibir el mismo tratamiento que he dado yo aquí a otros.

Antes de nada, no he visto el libro original, así que no puedo valorar exactamente qué ha aportado Jonze y qué estaba ya en el libro.

Entiendo que alguien vaya a ver una película de Jonze y, al encontrarse con ésto, salga decepcionado. A mí tampoco me ha parecido la película más brillante del gachó. Aún así me parece que está por encima de la media. Jonze es uno de esos directores que tiene fe en la capacidad expresiva de su cine, y no necesita ir escribiendo todo en mayúsculas y con subrayados. Es capaz de hacer que contengas el aliento con un plano de una salchicha. En esta película los elementos expresivos que maneja son escasos: la voz de los actores y poco más. Los monstruos tienen una expresividad relativamente limitada, y los diálogos y las situaciones casi parecen sacados de los teletubbies. Hay que estar muy atento a las sutilezas para entender lo que está pasando. Con todo esto mantiene al espectador pegado a la butaca, quizás también porque no pasa lo que se espera que pase.

La sensación final es un poco decepcionante: todo esto, ¿para qué? Y claro, esa es la cuestión: ¿por qué debería servir para algo?

Siento no poder expresarme mejor.

Elisa McCausland dijo...

Es curioso, matizas sobre algo parecido a lo dicho por Vigalondo en su blog...

http://blogs.elpais.com/nachovigalondo/2010/01/mis-favoritas-del-2009-donde-viven-los-monstruos.html

yo comparto vuestro punto de vista, pero solo en parte

Anónimo dijo...

Gracias por el enlace. Me ha gustado eso de "contar Carretera Perdida desde los celos y la soledad de la niñez". Vigalondo parece tener mejor controlada la sintaxis que yo, aunque eso de "villanos nada ambiguos que reciben su castigo" en las películas de Miyazaki no lo comparto.