
Una fábula corporativa teñida de historia de amor. Como
¿En qué piensan las mujeres?, pero con peor final -aunque menos conservadora en la representación conyugal-. Cuánto ha pagado la farmacéutica Pfizer por este
publirreportaje es lo de menos; lo interesante de
Amor y otras drogas está en las orgías entre médicos y visitadores farmacéuticos como metáfora. O en cómo dar con la dosis exacta de humor políticamente incorrecto en la que diluir la responsabilidad de un sistema sanitario corrupto y disfuncional.