miércoles, 26 de enero de 2011

Más modHERO

Repetimos con dos nuevas versiones superheroicas de modHERO.

sábado, 22 de enero de 2011

Los Noveles 44

Mapas de Tasmania


Amanda 'fucking' Palmer lo ha vuelto hacer. El sexo femenino deconstruido, o reconstruido, o hiperexpuesto, casi casi a la manera de Annie Sprinkle. Después de Orlan, después de Pipilotti Rist. Nacimientos del mundo por doquier. Supera eso, queridísima Lady Gaga.

lunes, 17 de enero de 2011

Parecidos razonables

My Blueberry Nights (Wong Kar-Wai, 2007)

La Doble Vida de Verónica (Kieslowski, 1991)

domingo, 16 de enero de 2011

De cómo el relato romántico acabó con la heroína de acción


La trayectoria de la dama de Luke, la princesa Leia, suponía una metáfora de la derrota de la lucha feminista a manos del sistema capitalista, pues si bien Leia, en principio, demostraba una fuerza de espíritu y un carácter digno de la más aguerrida de las guerrilla girls espaciales -¡qué gran escena aquella en la que Leia le arrebataba a Han su arma y se lanzaba ella sola a combatir contra los soldados del Imperio!-, acababa por rendirse a los encantos del mismo a quien el arma arrebatara, un canalla de poca monta, y para colmo mal afeitado (ya se sabe que el hombre y el oso...).

sábado, 15 de enero de 2011

"Me llamo Alba, tengo trece años y lo que más me gusta en la vida es chupar"


Me veo encerrada en cuerpo de niña, envuelta en cuero de púber. ¿Encerrada? En realidad estoy de puta madre. Tengo siempre la misma edad. Y soy inmortal, zorra.

Memorias de una menor inmortal - Anónimo (Melusina, 2010)


Como si Grant Morrison se hubiera cambiado de sexo, dice el señor Migoya en su blog. Porque, tal y como les ocurre a algunos cuentos y novelas cortas, Memorias de una menor inmortal parece destinada a tener su inmediata versión en cómic. Morbosa y absorbente, esta novela, protagonizada por una adolescente eterna que roza el medio siglo de no vida, promete en sus primeras páginas un delirio de sangre y violencia sin sentido que, aunque quede en agua de borrajas al devenir en relato romántico, no deja mal sabor de boca; al contrario. Esto se debe, en parte, a su sorprendente mala baba para con la escena literaria patria, pero también a las cinematográficas descripciones de los momentos más crudos (y adictivos). The way you taste. You know I have an appetite for sexy things, canta Britney en el prólogo; un apetito, el del lector, que queda a medio satisfacer debido a que la autora, aunque cierre algunas puertas argumentales, deja otras tantas entornadas: La promesa (o mis ganas) de Alba y Resurrección como antiheroínas de la Barcelona más oscura, el potencial de un cuerpo de niña y una cabeza de mujer para manejar el deseo de los hombres por encima de sus remordimientos o el embarazo como moneda de cambio. ¿Un crossover con la Claudia de Entrevista con el vampiro? Déjenme soñar.

viernes, 14 de enero de 2011

Islas de luz

A veces pienso realmente en la posibilidad de tener una especie de vida en citas, es decir, una sucesion de momentos con ella, sin los celos ni el compromiso, donde solo exista la vibracion original de las moléculas. Estos dias son asi, me despierto y el aire es limpio. Me despierto y alli estan sus ojos, su aliento, su voz.

El ángulo apropiado del superhéroe

jueves, 13 de enero de 2011

Sombra aquí, sombra allá...

Wondering what´s so bloody wonderful: It´s not like I woke up one day and found myself childless. That was a progressive thing. But I did wake up one day to find myself angry. That was a sudden thing. I was angry about being childless. Angry that at the age of 38 I was suddenly 'too old' , and my fertility bits were -in the carefully chosen words of my gynaecologist- 'probably buggered'. I was angry that while I had a dream job -the job I had set my sights on a decade earlier- I felt unfulfilled. Angry that all I had to show for the past fifteen years, or more, were a few journalism awards and a household of expensive clutter. Angry that many around me believed I had a perfect life, and I knew I didnt´t. Angry that while I had always considered myself independent and unconventional, I was suddenly mourning my lack of convention and wishing I had a little weatherboard house with a garden and a picket fence. Most of all, I was angry that I seemed to be out of control of my emotions, and possibily out of my mind.

Así empieza el ensayo, firmado por Virginia Haussegger: Wonder Woman, the myth of 'having it all', un regalo de Reyes Magos que me está arrancando carcajadas y lagrimones a partes iguales. El mito de la "mujer maravilla" lo encarnó diligentemente la Diana de Phil Jiménez, una de las épocas que más gustaron, pero que a una servidora siempre le dio bastante repelús. Esa "mujer agenda" -que por la mañana salva el planeta, a mediodía discute en la ONU sobre la paz en el Tercer Mundo y por la noche se come un helado con su hermana del alma, no sin antes pasar por unas cuantas ONG´s- que tan pocas sospechas suscita, es la que Haussegger destripa y el dibujante Mike Allred retrata para una publicidad de maquillaje. Medusa -villana y, por lo tanto, representada en su versión mitológica más tradicional, la antiestética- sucumbe al poder de esta Wonder Woman siempre perfecta. El premio es la iluminación cosmética. ¡Toma simbolismo!

domingo, 9 de enero de 2011

So you slap me!

La librería de segunda mano que, hasta hace muy poco, había frente a mi casa ya no está. Dejó de estar hace unos cuantos meses. ¿Antes de verano? La mañana de Año Nuevo me fijé en que le habían arrancado la fachada como quien despelleja a un visón. Su escaparate al otro lado de la entrada del edificio, las estanterías de madera, el ladrillo de la pared... todo lo que le daba identidad a aquella tienda había desaparecido.
.

No recuerdo si llovía la mañana antes de Reyes, cuando me crucé con una señora que, encaramada en sus botines, le gritaba a un buen hombre por el mero hecho de pedir ayuda en el barrio equivocado.
.

En un talk show de una cadena nacional la hija le dice a la madre: "Sales demasiado".